Un nuevo enfoque: de los negocios a la diversión

Luego de un par de semanas en cuarentena, pudimos confirmar que trabajar desde casa no había afectado ni la efectividad ni la calidad de nuestro trabajo, sino todo lo contrario; ahora nuestros números estaban reflejando un crecimiento en casi todos los parámetros de producción que acostumbramos evaluar. Incluso comenzamos a ver un aumento en la cantidad de clientes nuevos que necesitaban ahora de un servicio remoto como el nuestro, ya que muchas empresas habían tenido que cerrar sus oficinas y no estaban preparadas para este nuevo modelo de trabajo.

Al parecer, de algún modo, el hecho de haber podido conservar su trabajo le había subido el ánimo a todos los colaboradores, y estos a su vez agradecidos, estaban respondiendo y haciendo un muy buen trabajo. Desafortunadamente, estos buenos ánimos no duraron mucho tiempo, y muy pronto comenzamos a escuchar acerca de un sinnúmero de incomodidades que estaba causando el estrés por trabajar desde casa. Muchos se quejaban por el encierro, otros por no tener un mobiliario adecuado para trabajar y otros más porque no se sentían apoyados cuando surgían emergencias o algún incidente que no podían resolver inmediatamente por su cuenta.

Pero, el denominador común entre esta gran cantidad de calamidades que nos estaban afectando a todos... era la falta de interacción social que ahora existía entre todos los colaboradores, que aparte de colaboradores también eran amigos y extrañaban verse y hablarse de frente.

Este definitivamente era un problema que no habíamos previsto, y también era algo que teníamos que remediar de inmediato. Pero, ¿cómo imitar la interacción social que se da en una oficina? Esa interacción que va desde un simple saludo en el pasillo hasta un desayuno o un almuerzo en grupo. Planear esto fue un gran rato y luego de mucho deliberar, decidimos que haríamos diferentes actividades grupales para intentar que los colaboradores salieran de la rutina y pudieran divertirse un poco; obviamente la herramienta obvia para esto era la videoconferencia (que hasta el momento usábamos solamente para fines de negocios como reuniones, capacitaciones, etc.), porque nos permitía no solamente escucharnos sino también vernos, y esto era todo a lo que podíamos aspirar en cuanto a interacción en un entorno remoto. Ahora teníamos que pensar en cuáles serían las mejores actividades que podríamos realizar para captar el interés de todos y lograr que asistieran a estas sesiones.

Seleccionar la herramienta (videoconferencia) había sido lo más fácil; ya todos sabían usar prácticamente casi todas las herramientas que existen para videoconferencias. Entonces, ahora, lo siguiente era conocer los gustos e intereses de todos los colaboradores, ya que esta información nos serviría para decidir qué tipo de actividades podríamos planear para lograr la participación de todos. Con esto en mente, diseñamos una encuesta para recaudar estos y otros datos cualitativos de todos los colaboradores de la empresa. Desde un principio, todos estuvieron muy emocionados con este proyecto y eso se vio reflejado en la participación de la encuesta que fue del 100% en solamente un par de días.

Analizar los datos obtenidos fue relativamente fácil (pues a eso nos dedicamos:) y muy rápidamente pudimos definir 5 categorías principales que encerraban los intereses de todos los colaboradores. Una vez establecidas estas categorías, solicitamos la ayuda de cada grupo para discutir y planificar los temas de las sesiones. Estas quedaron más o menos así: 

• Ocio: para cualquier actividad divertida como juegos, dinámicas y otras similares 

• Lectura: iniciamos un club de lectura donde los más ávidos lectores podían recomendar y discutir sus obras favoritas 

• Salud mental y/o emocional: programamos diferentes sesiones con temas de interés sobre salud emocional y mental, y algunas sesiones para aprender y practicar técnicas de relajación 

• Salud física: programamos diferentes sesiones de ejercicios específicos para trabajar los músculos que más sufren (o se ejercitan menos) durante el trabajo desde casa

• Aprendizaje: muchos mostraron interés en aprender sobre temas o herramientas nuevas, y para esto implementamos diferentes sesiones de capacitación impartidas por colaboradores expertos en varios temas y/o herramientas

Cuando todas las actividades estuvieron planeadas y programadas, se les dio libertad a todos los colaboradores de asistir a cualquier que les llamara la atención. Al principio la asistencia no fue mucha, pero con el paso del tiempo todas las sesiones estaban llenas e inclusive muchos comenzaron a participar en actividades que inicialmente no eran de su interés.

Podemos decir que estas actividades han sido un éxito hasta ahora, porque han permitido que exista mucha más interacción entre colaboradores en un ambiente estrictamente para actividades de recreación o para estimular sus intereses en áreas que no tienen relación con el trabajo. Una parte muy importante fue que siempre todos tuvieron la libertad de participar en los procesos de diseño, planeación y programación de las actividades, dándoles más sentido de pertenencia también en la toma de decisiones.

Como hemos dicho antes, nuestro modelo de trabajo nos permite sacarle mucho provecho a un sinnúmero de herramientas tecnológicas cuyo enfoque siempre había sido meramente para el trabajo, pero esta nueva normalidad nos hizo darnos cuenta de que también podemos usar estas mismas herramientas para otros propósitos. Nuestra recomendación sería que intentemos salir de lo convencional y lo estandarizado, y que podamos ver un poco más allá en cuanto al ambiente laboral se refiere. En nuestro caso, el ambiente no era el adecuado y eso se pudo ver reflejado en la cantidad de retroalimentación que recibimos de todos los colaboradores. Si nosotros hacemos todo lo posible, con los recursos que tenemos a la mano para hacer que nuestro ambiente laboral sea óptimo, inevitablemente comenzaremos a ver mejores resultados tanto laborales como de relaciones entre equipos de trabajo.